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¿Cómo deben prepararse las empresas para hacer frente a los efectos de esta nueva pandemia?

Cristián Aguayo Mohr

Abogado

La rápida propagación de la pandemia de COVID- 19 que se encuentra afectando actualmente al mundo, ha repercutido directamente en las actividades de los sectores industriales, empresariales y de inversión a escala global, proyectándose una recesión económica a corto y mediano plazo, amenazando a la estabilidad de los mercados de todas las economías mundiales.

Es claro que ninguno de los países, ni siquiera aquellos con economías más fuertes, y aun con la posibilidad de planificar anticipadamente los efectos de esta pandemia han podido dar una respuesta eficaz y oportuna para controlar los efectos  sociales y económicos derivados de esta.

Ciertamente hasta hace unos meses la posibilidad de una crisis sanitaria con un impacto a corto plazo en las actividades económicas de las economías locales y globales era derechamente impensada, y habida consideración de la globalización actual, todas las medidas que han implicado la paralización actividades derivadas de las medidas de cuarentena y confinamiento, afectarán sin duda y con inmediatez tanto a las economías mundiales más desarrolladas como a las economías locales, en un verdadero efecto dominó.

Las experiencias recientes respecto de casos de afectación de los mercados debido a eventos de la naturaleza han afectado economías a nivel local, tales como terremotos, tsunamis, huracanes, e incluso pandémicas como el caos del brote de H1N1 el año 2009, ofrecieron la posibilidad de recuperarse con mayor velocidad gracias a la intervención de los estados y la implementación de políticas públicas a fin de reactivar dichas economías.

Sin embargo el escenario actual afecta a la casi totalidad de las actividades económicas las cuales se han visto mermadas tanto por los efectos propios de la afectación a la vida y salud de las personas así como por el del establecimiento de políticas sanitarias que han restringido drásticamente el dinamismo de las actividades económicas e industriales en todos los rubros.

Todo lo anterior, por tanto, obliga a las empresas a replantearse y planificar con liderazgo y visión a largo plazo la forma de enfrentar esta crisis para transfórmalas en una oportunidad de posicionamiento y adaptación a los nuevos tiempos, en consideración a la falta de certeza que a nivel médico existe sobre el termino de sus efectos.

A continuación por tanto analizaremos brevemente algunos aspectos esenciales en los que estimamos se deben preparar las empresas para hacer frente de manera estratégica a la actual contingencia, con objeto de mantenerse competitivos en los mercados y generar nuevas oportunidades de negocio:

El foco sin duda debe orientarse a velar por la integridad y seguridad de los trabajadores siendo la el recurso de personas el activo principal en la mayor parte de las empresas, tanto en los procesos productivos o creativos así como en las cadenas de distribución y comercialización.

Lo anterior, sin ser un antecedente nuevo, vuelve a poner en la palestra que el factor humano constituye el activo más importante de toda compañía y que por tanto es el bienestar de los trabajadores individualmente considerados lo que posibilitará que las empresas puedan afrontar sólidamente las nuevas circunstancias.

En este orden de ideas a nivel local, Chile recientemente ha legislado respecto del teletrabajo y trabajo distancia lo que en un contexto de confinamiento obligatorio aparece como una de las herramientas de adaptación más efectivas a efectos de compatibilizar la continuidad de las operaciones con las medidas de cuarentena obligatoria.

Y aunque en algunos rubros el formato de teletrabajo ya se había implementado, la regulación legal específica permitió establecer los parámetros para implementar esta modalidad de manera sostenida. Lo cierto es que en el escenario actual las empresas deben enfocar sus esfuerzos por adaptarse a la modalidad de trabajo remoto generando una cultura organizacional que considere esta modalidad de manera permanente y que permita cumplir eficazmente las tareas que en épocas anteriores se habría preferido de manera presencial, probablemente por una cultura de productividad arraigada el ejercicio del control y supervivencia presencial del trabajo.

Lo anterior implica un relevante desafío de invertir en tecnología y capacitación del personal a fin de optimizar la continuidad de las operaciones mediante esta modalidad, planificando las actividades, tiempo de ejecución y mecanismos de control y organización que permitan adaptarse rápidamente a esta forma de trabajo, cumpliendo con la normativa laboral.

En segundo término encuentra el desafío de modernización de los sistemas de gestión documental y, particularmente, desde el punto de vista laboral respecto de los contratos, anexos, reglamentos y documentación general a través de la digitalización centralización y uso de firmas electrónicas, tanto simples como avanzadas, a fin de agilizar y optimizar la gestión de los departamentos de Personas o Recursos Humanos. Lo anterior no es nuevo en nuestra legislación y ha sido objeto de numerosos dictámenes por parte de la Dirección del Trabajo, cuyo interés principal es velar por el acceso y oportuno conocimiento por parte de los trabajadores de las comunicaciones y documentos que la empresa genere a través de esta modalidad, siendo el foco principal de la ley el velar por la autenticidad de los documentos.

En este sentido se vuelve esencial que las empresas puedan realizar una planificación corporativa-laboral a fin de establecer estrategias que compatibilicen el cumplir de manera óptima sus compromisos comerciales, con el debido cumplimiento a las normas laborales evitando incurrir así en infracciones administrativas sancionables por parte de la Inspección del Trabajo así cómo evitar generar indicios que puedan dar lugar a incumplimientos contractuales que expongan a la empresa eventuales demandas, tanto individuales o colectivas. Por su parte y teniendo presente el carácter dinámico de las restricciones

Chile recientemente ha legislado respecto del teletrabajo y trabajo distancia lo que en un contexto de confinamiento obligatorio aparece como una de las herramientas de adaptación más efectivas a efectos de compatibilizar la continuidad de las operaciones con las medidas de cuarentena obligatoria.

impuestas por las autoridades sanitarias en las a medias de cuarentena, las empresas deben reaccionar rápidamente estableciendo planes que consideren las operaciones en las zonas geográficas afectadas aplicando un análisis operacional a fin de evitar la afectación a la cadena de actividad y función buscando planes de mitigación, diversificando los canales de comunicación y operación considerando las limitaciones que puedan presentar los proveedores a fin de evitar centralizar sus operaciones en un solo punto que puede verse afectado por las medidas de restricción. En este punto la tercerización de ciertos servicios ha sido una preocupación constante de la legislación laboral, atendidas marcadas diferencias que en algunos casos se han presentado en los estándares de gestión laboral y cumplimiento de las normas de higiene y de seguridad. Habida consideración qué las empresas principales o mandantes tienen por ley una responsabilidad de carácter solidario o subsidiario respecto del cumplimiento de las obligaciones laborales y previsionales de loa trabajadores de las empresas contratistas y subcontratistas. Cobra vital importancia que, en caso de las empresas recurren a terceros proveedores, ejerzan debidamente los derechos y ocupen las herramientas que la ley les entrega para velar por el cumplimiento de la normativa y evitar exponerse a juicios y multas derivadas de la gestión de sus contratistas. Lo anterior estadísticamente es una de las contingencias de carácter laboral más recurrentes para las empresas las cuales, sin perjuicio de que en muchos casos llevan una gestión documental ordenada, se han visto expuestos a responder patrimonialmente por la responsabilidad que atañe a las empresas contratistas o subcontratistas al no haber acreditado debidamente el cumplimiento oportuno de los derechos de información, retención y pago que regulan las normas de subcontratación laboral.

Otro punto de interés ha sido tratar de compatibilizar el cumplimiento de compromisos comerciales con las normas sobre jornada y descanso de los trabajadores que, por ejemplo, en el marco del teletrabajo o trabajo distancia, antes de su reciente regulación, se encontraban asimilaba a trabajadores que tenían exclusión de limitación de jornada también conocidos Cómo trabajadores sujetos al Artículo 22 inciso 2° del código del trabajo. En este orden de ideas el desafío es lograr el óptimo, tanto desde el punto de vista comercial como desde la perspectiva laboral, lo que implica la capacitación del personal, así como la posibilidad de adaptar y reorganizar operativamente los procesos internos de las empresas estableciendo plataforma internas eficientes a fin de lograr el debido control en el cumplimiento de las obligaciones laborales con las normas de jornada y descanso, derecho de desconexión digital y correcto ejercicio de la facultad de dirección y mando.

Han sido las plataformas de redes sociales las que han permitido que los equipos que trabajo hayan establecido modalidades de comunicación que, hasta antes de la pandemia, eran ocupados por muy pocas empresas de manera masiva y mayormente como herramienta de comunicación recreacional pero que hoy ha manifestado ser de vital importancia laboral. Por ello es que parte del desafío es capacitar debidamente a las jefaturas y a los trabajadores respecto del uso de estas plataformas así como también de formas de controles adecuados y sus límites.

Otro punto de interés se encuentra en entender correctamente cuál es nivel de respuesta y el estándar que los clientes esperan de las empresas en tiempos de pandemia lo que obliga a las empresas a replantear las formas de comunicación en el evento de verse afectados por medidas que impidan prestar los servicios oportunamente, evitando incurrir en incumplimiento contractual es que puedan comprometer la continuidad de sus contratos. En este sentido el desafío es el de adoptar planes que permitan la entrega de información y rápida respuesta a los clientes respecto del estado de las operaciones y negocios así como también gestionar a nivel interno en control de calidad del contenido de la información que se difunde tanto a nivel interno como a nivel externo entendiendo por ello clientes y público en general de manera tal de evitar errores o entrega de información de manera inoportuna.

Sin duda la contingencia sanitaria actual obliga a las empresas a levantar con liderazgo medidas tendientes a mantenerse competitivos, debiendo adaptarse nuevas tecnologías y organización de procesos internos para lograr cumplir eficientemente con sus planes de negocio.

En tiempo de crisis se abren oportunidades para todas las aquellas personas o empresas que buscan incansablemente posicionarse a nivel de mercado y que bien pueden dejar atrás a empresas que han ganado su lugar con trabajo de años pero que por errores de gestión interna y comunicacionales podrían ser relevadas por nuevos  agentes  que han sabido capitalizar la contingencia actual en una nueva forma de hacer negocios. En este contexto parte del desafío es para Gerentes y Líderes de las Compañías a adaptarse, capacitando asimismo a los distintos estratos de las organizaciones para que, tanto a nivel gerencial como operacional, las empresas puedan mantenerse vigentes y competitivas considerando no sólo los aspectos comerciales sino el cumplimiento de la legislación particularmente la laboral que constituye el pilar fundamental en la ejecución de los negocios.

Por ende la gestión laboral dentro de una empresa cobra un papel principal en la proyección de toda Empresa debiendo asesorarse  de manera especializada para planificar y reducir al máximo las contingencias de carácter administrativo y judicial a que puede verse expuesto una empresa al momento de tratar de adoptar planes paliativos y de adaptación en los mercados.

¿Cómo deben prepararse las empresas para hacer frente a los efectos de esta nueva pandemia?

Cristián Aguayo Mohr

Abogado

La rápida propagación de la pandemia de COVID- 19 que se encuentra afectando actualmente al mundo, ha repercutido directamente en las actividades de los sectores industriales, empresariales y de inversión a escala global, proyectándose una recesión económica a corto y mediano plazo, amenazando a la estabilidad de los mercados de todas las economías mundiales.

Es claro que ninguno de los países, ni siquiera aquellos con economías más fuertes, y aun con la posibilidad de planificar anticipadamente los efectos de esta pandemia han podido dar una respuesta eficaz y oportuna para controlar los efectos  sociales y económicos derivados de esta.

Ciertamente hasta hace unos meses la posibilidad de una crisis sanitaria con un impacto a corto plazo en las actividades económicas de las economías locales y globales era derechamente impensada, y habida consideración de la globalización actual, todas las medidas que han implicado la paralización actividades derivadas de las medidas de cuarentena y confinamiento, afectarán sin duda y con inmediatez tanto a las economías mundiales más desarrolladas como a las economías locales, en un verdadero efecto dominó.

Las experiencias recientes respecto de casos de afectación de los mercados debido a eventos de la naturaleza han afectado economías a nivel local, tales como terremotos, tsunamis, huracanes, e incluso pandémicas como el caos del brote de H1N1 el año 2009, ofrecieron la posibilidad de recuperarse con mayor velocidad gracias a la intervención de los estados y la implementación de políticas públicas a fin de reactivar dichas economías.

Sin embargo el escenario actual afecta a la casi totalidad de las actividades económicas las cuales se han visto mermadas tanto por los efectos propios de la afectación a la vida y salud de las personas así como por el del establecimiento de políticas sanitarias que han restringido drásticamente el dinamismo de las actividades económicas e industriales en todos los rubros.

Todo lo anterior, por tanto, obliga a las empresas a replantearse y planificar con liderazgo y visión a largo plazo la forma de enfrentar esta crisis para transfórmalas en una oportunidad de posicionamiento y adaptación a los nuevos tiempos, en consideración a la falta de certeza que a nivel médico existe sobre el termino de sus efectos.

A continuación por tanto analizaremos brevemente algunos aspectos esenciales en los que estimamos se deben preparar las empresas para hacer frente de manera estratégica a la actual contingencia, con objeto de mantenerse competitivos en los mercados y generar nuevas oportunidades de negocio:

El foco sin duda debe orientarse a velar por la integridad y seguridad de los trabajadores siendo la el recurso de personas el activo principal en la mayor parte de las empresas, tanto en los procesos productivos o creativos así como en las cadenas de distribución y comercialización.

Lo anterior, sin ser un antecedente nuevo, vuelve a poner en la palestra que el factor humano constituye el activo más importante de toda compañía y que por tanto es el bienestar de los trabajadores individualmente considerados lo que posibilitará que las empresas puedan afrontar sólidamente las nuevas circunstancias.

En este orden de ideas a nivel local, Chile recientemente ha legislado respecto del teletrabajo y trabajo distancia lo que en un contexto de confinamiento obligatorio aparece como una de las herramientas de adaptación más efectivas a efectos de compatibilizar la continuidad de las operaciones con las medidas de cuarentena obligatoria.

Y aunque en algunos rubros el formato de teletrabajo ya se había implementado, la regulación legal específica permitió establecer los parámetros para implementar esta modalidad de manera sostenida. Lo cierto es que en el escenario actual las empresas deben enfocar sus esfuerzos por adaptarse a la modalidad de trabajo remoto generando una cultura organizacional que considere esta modalidad de manera permanente y que permita cumplir eficazmente las tareas que en épocas anteriores se habría preferido de manera presencial, probablemente por una cultura de productividad arraigada el ejercicio del control y supervivencia presencial del trabajo.

Lo anterior implica un relevante desafío de invertir en tecnología y capacitación del personal a fin de optimizar la continuidad de las operaciones mediante esta modalidad, planificando las actividades, tiempo de ejecución y mecanismos de control y organización que permitan adaptarse rápidamente a esta forma de trabajo, cumpliendo con la normativa laboral.

En segundo término encuentra el desafío de modernización de los sistemas de gestión documental y, particularmente, desde el punto de vista laboral respecto de los contratos, anexos, reglamentos y documentación general a través de la digitalización centralización y uso de firmas electrónicas, tanto simples como avanzadas, a fin de agilizar y optimizar la gestión de los departamentos de Personas o Recursos Humanos. Lo anterior no es nuevo en nuestra legislación y ha sido objeto de numerosos dictámenes por parte de la Dirección del Trabajo, cuyo interés principal es velar por el acceso y oportuno conocimiento por parte de los trabajadores de las comunicaciones y documentos que la empresa genere a través de esta modalidad, siendo el foco principal de la ley el velar por la autenticidad de los documentos.

En este sentido se vuelve esencial que las empresas puedan realizar una planificación corporativa-laboral a fin de establecer estrategias que compatibilicen el cumplir de manera óptima sus compromisos comerciales, con el debido cumplimiento a las normas laborales evitando incurrir así en

Chile recientemente ha legislado respecto del teletrabajo y trabajo distancia lo que en un contexto de confinamiento obligatorio aparece como una de las herramientas de adaptación más efectivas a efectos de compatibilizar la continuidad de las operaciones con las medidas de cuarentena obligatoria.

infracciones administrativas sancionables por parte de la Inspección del Trabajo así cómo evitar generar indicios que puedan dar lugar a incumplimientos contractuales que expongan a la empresa eventuales demandas, tanto individuales o colectivas.

Por su parte y teniendo presente el carácter dinámico de las restricciones impuestas por las autoridades sanitarias en las a medias de cuarentena, las empresas deben reaccionar rápidamente estableciendo planes que consideren las operaciones en las zonas geográficas afectadas aplicando un análisis operacional a fin de evitar la afectación a la cadena de actividad y función buscando planes de mitigación, diversificando los canales de comunicación y operación considerando las limitaciones que puedan presentar los proveedores a fin de evitar centralizar sus operaciones en un solo punto que puede verse afectado por las medidas de restricción. En este punto la tercerización de ciertos servicios ha sido una preocupación constante de la legislación laboral, atendidas marcadas diferencias que en algunos casos se han presentado en los estándares de gestión laboral y cumplimiento de las normas de higiene y de seguridad. Habida consideración qué las empresas principales o mandantes tienen por ley una responsabilidad de carácter solidario o subsidiario respecto del cumplimiento de las obligaciones laborales y previsionales de loa trabajadores de las empresas contratistas y subcontratistas. Cobra vital importancia que, en caso de las empresas recurren a terceros proveedores, ejerzan debidamente los derechos y ocupen las herramientas que la ley les entrega para velar por el cumplimiento de la normativa y evitar exponerse a juicios y multas derivadas de la gestión de sus contratistas. Lo anterior estadísticamente es una de las contingencias de carácter laboral más recurrentes para las empresas las cuales, sin perjuicio de que en muchos casos llevan una gestión documental ordenada, se han visto expuestos a responder patrimonialmente por la responsabilidad que atañe a las empresas contratistas o subcontratistas al no haber acreditado debidamente el cumplimiento oportuno de los derechos de información, retención y pago que regulan las normas de subcontratación laboral.

Otro punto de interés ha sido tratar de compatibilizar el cumplimiento de compromisos comerciales con las normas sobre jornada y descanso de los trabajadores que, por ejemplo, en el marco del teletrabajo o trabajo distancia, antes de su reciente regulación, se encontraban asimilaba a trabajadores que tenían exclusión de limitación de jornada también conocidos Cómo trabajadores sujetos al Artículo 22 inciso 2° del código del trabajo. En este orden de ideas el desafío es lograr el óptimo, tanto desde el punto de vista comercial como desde la perspectiva laboral, lo que implica la capacitación del personal, así como la posibilidad de adaptar y reorganizar operativamente los procesos internos de las empresas estableciendo plataforma internas eficientes a fin de lograr el debido control en el cumplimiento de las obligaciones laborales con las normas de jornada y descanso, derecho de desconexión digital y correcto ejercicio de la facultad de dirección y mando.

Han sido las plataformas de redes sociales las que han permitido que los equipos que trabajo hayan establecido modalidades de comunicación que, hasta antes de la pandemia, eran ocupados por muy pocas empresas de manera masiva y mayormente como herramienta de comunicación recreacional pero que hoy ha manifestado ser de vital importancia laboral. Por ello es que parte del desafío es capacitar debidamente a las jefaturas y a los trabajadores respecto del uso de estas plataformas así como también de formas de controles adecuados y sus límites.

Otro punto de interés se encuentra en entender correctamente cuál es nivel de respuesta y el estándar que los clientes esperan de las empresas en tiempos de pandemia lo que obliga a las empresas a replantear las formas de comunicación en el evento de verse afectados por medidas que impidan prestar los servicios oportunamente, evitando incurrir en incumplimiento contractual es que puedan comprometer la continuidad de sus contratos. En este sentido el desafío es el de adoptar planes que permitan la entrega de información y rápida respuesta a los clientes respecto del estado de las operaciones y negocios así como también gestionar a nivel interno en control de calidad del contenido de la información que se difunde tanto a nivel interno como a nivel externo entendiendo por ello clientes y público en general de manera tal de evitar errores o entrega de información de manera inoportuna.

Sin duda la contingencia sanitaria actual obliga a las empresas a levantar con liderazgo medidas tendientes a mantenerse competitivos, debiendo adaptarse nuevas tecnologías y organización de procesos internos para lograr cumplir eficientemente con sus planes de negocio.

En tiempo de crisis se abren oportunidades para todas las aquellas personas o empresas que buscan incansablemente posicionarse a nivel de mercado y que bien pueden dejar atrás a empresas que han ganado su lugar con trabajo de años pero que por errores de gestión interna y comunicacionales podrían ser relevadas por nuevos  agentes  que han sabido capitalizar la contingencia actual en una nueva forma de hacer negocios. En este contexto parte del desafío es para Gerentes y Líderes de las Compañías a adaptarse, capacitando asimismo a los distintos estratos de las organizaciones para que, tanto a nivel gerencial como operacional, las empresas puedan mantenerse vigentes y competitivas considerando no sólo los aspectos comerciales sino el cumplimiento de la legislación particularmente la laboral que constituye el pilar fundamental en la ejecución de los negocios.

Por ende la gestión laboral dentro de una empresa cobra un papel principal en la proyección de toda Empresa debiendo asesorarse  de manera especializada para planificar y reducir al máximo las contingencias de carácter administrativo y judicial a que puede verse expuesto una empresa al momento de tratar de adoptar planes paliativos y de adaptación en los mercados.

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